¿Qué hábitos tienen definidos los mexicanos sobre la limpieza?

Parte de crecimiento personal que se tiene como individuo de la sociedad, es formar hábitos de limpieza e higiene que a largo plazo formen las defensas necesarias para mantener un buen estado de salud. Estos hábitos se generan a partir de los pequeños detalles que comienzan a presentarse al estar creciendo, desde que los papás ordenan a sus hijos bañarse, lavarse los dientes, las manos, usar ropa limpia, no salir sin suéter si está lloviendo, hasta que llega un punto en donde estas acciones se convierten en parte del día a día de cada persona.

Ahora bien, al crecer y ahora contar con un hogar propio, estos hábitos deben definirse no solo a uno como persona, sino también al ambiente que te rodea y en donde se convive día a día en familia. Ya que con los años el polvo, los gérmenes y la mugre se van acumulando si no se toman las medidas de limpieza e higiene correctas para así, acabar con todo agente microscópico que provoque enfermedades después. Es necesario comprender que estos nuevos hábitos son ahora definidos por cada uno, y traen muchos beneficios tanto físicos como mentales a largo plazo en el estilo de vida del individuo.

Essity, una compañía global de salud e higiene, realizó un estudio a una muestra de 15 mil personas en 15 países diferentes, entre ellos México, para conocer así sobre las distintas perspectivas que tienen los ciudadanos sobre las conductas consideradas “correctas” de higiene en el hogar y de manera personal. Las conclusiones obtenidas fueron las siguientes:

El 65% de los niños se niega a usar los baños de las escuelas, y en su lugar prefieren esperar a regresar a casa.
9 de cada 10 mexicanos dudan sobre asistir a cierta actividad por cuestiones de sanidad.
8 de cada 10 padres se preocupan de que sus hijos puedan enfermarse.
7 de cada 10 mexicanas se sienten incómodas y con necesidad de tener más higiene cuando se encuentran en su periodo.
Tan solo 4 de 10 padres y 5 de 10 madres les hablan a sus hijos varones sobre la menstruación.

Algo que destaca de este estudio es que, como incluso la revista Milenio menciona, es curioso notar que es México uno de los países con mayor preocupación relacionada a la higiene, y aún así sigue siendo un país de mucha incidencia por cuestiones de salud. Datos de la OMS reflejan que por más que se tenga mejor consciencia de higiene en México que en países europeos, todavía la esperanza de vida en otros países es mayor a la de México. Dicho esto, entonces ¿de dónde proviene la incoherencia?

No hay que olvidar que la limpieza es un proceso que involucra muchos aspectos de la vida de cada persona, desde el cuerpo, el hogar, lo que consumimos, y hasta cierto punto también nuestro estado emocional. Se puede además resaltar que a partir de la pandemia del COVID-19, IPG Mediabrands realizó una encuesta para conocer si los hábitos de las personas habían cambiado de alguna manera, y en efecto pudo notarse que el 62% de los hombres y el 55% de las mujeres se sintieron en mayor libertad en cuanto a su imagen desde que no sentían la necesidad de arreglarse demasiado para salir, se explica que esto tiene que ver en parte con que no se ven obligados a seguir un cierto “régimen de belleza” y les aporta en consecuencia un sentimiento de mayor comodidad para desenvolverse. Es por esto que se puede afirmar que la limpieza de una persona puede ser afectada por diferentes elementos, incluyendo los mismos valores culturales de un país.

Asimismo, cabe mencionar que aunque los hábitos “generales” de los mexicanos ya estén establecidos, hay todavía un largo camino que recorrer para añadir nuevos procesos que involucran la limpieza, la higiene y la salud de los individuos, y que no confundirse como lo mismo. La higiene “Es el conjunto de técnicas y conocimientos que nos permiten controlar los factores que pueden ocasionar efectos nocivos sobre la salud”. Mientras que la limpieza son “aquellas acciones que eliminan la suciedad de un objeto o de alguien. Su finalidad no es más que la eliminación de todas las bacterias y microorganismos en los diversos entornos en los que se desenvuelven las personas”, siendo finalmente la salud el considerado “bienestar físico, psíquico y social” según la OMS.

Los hábitos de la limpieza además, conllevan muchos factores benéficos en el trayecto, la OMS incluso ha declarado que este tipo de actividad física a la semana ayuda a “mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea y de reducir el riesgo de ENT y depresión”. Y el famoso psicólogo Mihály Csíkszentmihályi lo define como “experiencia de flujo” para referirse a las actividades en donde la mente se concentra hasta en un 100% y se obtienen resultados positivos en el bienestar emocional y físico.

Se ha comprobado que limpiar tu hogar ayuda a reducir el estrés, The Personality and Social Psychology Bulletin publicó un estudio en donde se usó un software para analizar cómo las mujeres percibían sus hogares, y aquellas que mejores opiniones dieron de sus casas presentaron de igual manera bajos niveles de cortisol (la hormona del estrés). Se considera que es un método de desintoxicación de sentimientos negativos de cada persona, y un tipo de terapia anti estrés en donde se logra desechar todo lo que el individuo considera ya “innecesario” en su vida. Uno de los directivos de la empresa Bisell (empresa reconocida por su venta de soluciones de limpieza) afirmó que el limpiar brinda un bienestar emocional y mejora la calidad de vida, además de que el Instituto de Neurociencia en Princeton señaló que una persona viviendo en un ambiente de desorden y de suciedad es más propenso a sufrir de fatiga y cansancio crónico.

La falta de nivel de conciencia, sobre todo con respecto a lo que engloba a la higiene y los hábitos saludables, es parte del por qué sigue siendo un grave problema los hábitos de limpieza en México, y para estarlo practicando día a día, se necesita planificar correctamente las tareas a realizar para ejecutarlas de igual manera en un espacio de tranquilidad en donde la persona pueda sentir que son actividades que pueden disfrutarse y compartirse también en familia. No es solo una obligación, sino un potencial de crecimiento para poder forjar un ambiente ameno en el hogar en donde la convivencia se disfrute en familia.

Fuentes: